La divina presencia,de tus antiguas piedras.
El veneno de secretos,
que guardan tus murallas.
El eterno templo,
de la inmortalidad.
Océano de conocimiento,
sagrada verdad.
Mis ojos se deleitan,
con tu hermosa figura,
y se llena mi mente,
de la sagrada esencia,
de la balanza eterna.
El templo hierático,
la absoluta perfección,
¿que misterio guardas?,
oh, templo eterno.
Mi alma se llena de la luz,
la costancia y la verdad,
que me ofreces templo,
de la inmortalidad.
Se respira armonía,
en esta música natural,
el universo contempla ya.
Eres el pebetero,
del fuego eterno,
la caja de pandora,
donde están mis miedos.
El ocaso de la vida,
el puente hacia,
la máxima verdad.
Tu ojo lo ve todo,
desde la infinidad,
el universo perfecto,
de la inmortalidad.
Bebo de tu elixir eterno,
en el cáliz dorado,
y veo,
lo que se nos a dado.
La vida es una ilusión,
y tu eres el mago,
el pañuelo mi corazón,
y el truco el amor.
La tormenta de mi espíritu,
el rayo de mi valor,
la fuerza de mi costancia,
el mañana y el hoy.
El néctar de la vida,
ambrosía de dioses,
placer de la piel,
fuerza de mi ser.
La ley de la balanza,
el reloj de arena,
aquella esfera,
a suertes se echo,
con el dado del destino,
tan antiguo.
Eres el camino sagrado,
entra la niebla,
el gran paso,
a la vida eterna.


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