
Oscuro y silencioso,
en este día de noviembre,
terrible y tenebroso,
territorio angosto.
Parece tan hermoso,
que da miedo,
no vienen ni las almas,
a este territorio.
Vagando entre la niebla,
se desplaza el viento,
rugiendo con fiereza,
en esta extraña tierra.
Por aquí no pasa,
ni el valiente lobo,
nadie se quiere,
aquí quedar solo.
Cuando llegue el alba,
las primeras luces,
se irán las tinieblas,
de las altas tierras.
Mientras tanto,
seguirá vagando,
mi alma,
por el páramo.


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