
Vi tu reflejo en mi propio espejo,
tan distante y sereno,
tan perfecto y eterno,
y sin embargo temo,
este sentimiento.
Me queda tan lejos tu horizonte,
no sueltes mis manos nunca,
no quiero perderme en esta oscuridad,
hace tanto frió cuando te vas,
parece que la vida late bajo el hielo,
la escarcha muere despacio,
bajo un sol gélido,
yo me caigo,
de rodillas en el hielo.
Quiero alzar mis manos,
con la sangre de los fantasmas,
y alzar mi espada,
cruzando en el bosque negro.
Mi fuego no se apagará jamás,
veo tu luz,
tan lejana,
tan cálida,
tan fría...


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