Sintiendo la niebla húmeda entre mis manos avanze aquella noche despacio.Cada paso me acercaba más y más al lugar donde moraba mi amor desde su nacimiento.
Un inmenso castillo antiguo, más antiguo de lo que puedas imaginar, de negras paredes resbaladizas y enormes ventanas sin fondo.
Se aparecio frente a mí, majestuoso y cruel al mismo tiempo, recortando la luna con la sombra de su patio de torturas, un lugar horrible usado antaño, muy lejos en el tiempo.
Los cuervos grandes y amenazadores sobrevolaban velozmente y en manadas la zona del castillo y, cuando en sigilo, me acerque hacia la puerta principal levantaron el vuelo y se alejaron a la laguna, a unos metros tras el enorme castillo.
Yo llevaba muchos días caminando por el bosque que precede a la oscura fortaleza.Las noches fueron largas y peligrosas, repletas de sonidos que me hacian estremecer de miedo, de quejidos y gemidos, repletos de luces y destellos fugaces, diminutos eso sí, provenientes de lo más profundo del bosque.
Durante ese tiempo solo tenia en mente los ojos de mi amor, con ese brillo mágico que vibraba dentro de mi esencia.
No estuve sola, al menos en el comienzo de mi viaje, me acompañaba un ser del fondo del "bosque de los guerreros perdidos", que toma su nombre de una espedición del rey Andor.
En ella envio a una tropa de treinta hombres dispuestos.Eran los mejores guerreros y hechizeros de los cinco reinos unidos, pero jamás salieron de allí, algunos cuentan (entre ellos mi abuela) que algunos de ellos consiguieron salir de allí pero que todo lo que vieron fue tan terrible que decidieron no recordarlo jamás.
Cuando le pregunte por primera vez a mi compañero de viaje que les sucedio aquellos hombres valientes y que rumores corrían sobre ellos me enseño sus colmillos, sujetandome con fuerza por el cuello y gritandome que jamás volviese a mencionar aquella historia si queria permanecer con vida...creo que fue un error porque desde entonces no he dejado de pensar en ella.




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