intenta destruirme...pues la eternidad fue mi creación...

Alimenta eternidades de mi vida.


Agonizame entre tus aullidos,
porque aún en el maximo dolor,
me daras vida. y alimentando mis labios carmesís,
de lujurias impensables,

no debilitaras mi vida...pues aún más allá de ti sobrevive.

Acaso sabes donde confluyen el dolor y el amor,
has visto tu el limite de la locura?
Hay un lugar más allá de lo que puedas deseear,
por el que he caminado durante impensables...
No podrían tus ojos soportar la luz cegadora de la verdad que se extiende más allá de lo que puedas soñar...


Dame una razón para no extinguir tu nombre de mi sin el más mínimo atisbo de igualdad y piedad .
Y dejar que la eternidad no te haga presa de su maldad.


Soy la diosa oscura, reina de la muerte.
En mi reino han caido ya los más nobles guerreros.
La dulzura del corazón más frio,
Ni humano ni dios,
ni el más alto hechicero,
Pueden imitar.
Y en las manos de una niña muere esta noche, aletargada entere tus oscuras garras me siento atrapada.

No puedes liberarme porque me alimentare de ti,
destrozame, hazme sangrar,
Pues entre tus lamentos,
mi placer se extenderá hasta el fin.

Yo se quién es mi amor,
y tu rabia no destruira su inmutable llama
infinita luz blanca,
que mi alma alimenta.

Y en la noche de los tiempos huí,
tan rápido como me permitieron mis las oscuras,
cruzando el cielo nocturno,
en busca de la luz de mi vida, y allí la encontre...

Tendida a tus pies...
"yo te aniquilare"
y asi me vistes, y asi me vio,
mi dama oscura, mi dulce llama,
mi eternidad,
quien me hace luchar...

Te desgarrare de sus dulces manos para que no puedas tocarla más,
tu oscuridad no llegará,
tu no existirás más allá de esta noche".

"Intenta destruirme...pues la eternidad fue mi creación..."
La más bella deidad de las profundidades no sabría con exactitud el secreto que yo guarde en mi aquella noche de los tiempos,
olvidada del mundo, y en la monotomía de la vida humana,
jamás se recordará la dulce melodía del suspiro de una nínfa...

Y si su espada se levantase de nuevo alzando sus alas negras, el mundo vería en sus ojos,
la belleza que no puede mirarse, la muerte hecha dulzura,
eternidad exahusta, dolor implacable que se alarga entre mis raices, ya caricia mi alma...