Círculo cíclico, de impetuosa incongruencia.

¿Dónde moran las palabras más oscuras cuando la luz más pura se ha extinguido?
Las palabras que el silencio nunca emitió entre miedo y suspiros.
Si existe tal morada debe de estar repleta, de mis cuentos más antiguos y mis más profunds anhelos.
Quizás la oscuridad que en mis sueños me visita me aliente contra ello, en una batalla sin vencedores ni vencidos.
Puede también que una luz matutina me robe un pensamiento fortuito,
prisionera de mis más dulces ideas.
Me alegraré pues de caminar de nuevo entre sombríos pasajes,
de inconcebibles lamentos antiguos.
¿Emitirá el viento su rezo al alba o morirá por siempre encerrado en suspiros?
Quizás nunca lo sepa realmente el poeta solitario, ni el músico que entrega sus notas al vacio.
Quizás para siempre se olviden los susurros silenciosos que un día divagaron entre sueños.
Quizás el miedo nos robo el último silencio emitido en la noche...
Y puede también que la casa divina de los sueños exista....